LUNES 24 DE ABRIL DE 2000

Ť Esperan un homenaje


Permanece en duda cuándo se incinerarán los restos de Gerzso

Arturo Jiménez Ť En espera de que se formalice un posible homenaje en el Palacio de Bellas Artes al pintor mexicano Gunther Gerzso, sugerido mediante llamadas telefónicas "extraoficiales", los familiares del creador, fallecido el viernes pasado, aún no decidían, hasta la tarde de ayer, el día y la hora de su incineración.

A pregunta expresa sobre ese posible reconocimiento de las autoridades culturales del país, Miguel Gerzso, uno de los dos hijos de quien figura entre los precursores del abstraccionismo geométrico, dijo:

"No sabemos nada aún, no hemos tenido ningún contacto formal, pero esperamos que nos van a contactar y nos dirán lo que quieren hacer. Estamos dispuestos y no ponemos ninguna condición porque no queremos afectar ninguna decisión de las autoridades".

Acompañado de su hijo Christian, Miguel Gerzso, quien vive en Estados Unidos, agregó que las decisiones las ha tomado con su hermano Andrés, quien a su vez reside en París y ahora se encuentra en la ciudad de México.

"Lo mejor es esperar hoy y mañana porque la gente apenas va llegando de las vacaciones de Semana Santa y muchos aún no se han enterado de la muerte de mi padre", dijo Miguel.

Por lo pronto, indicó, la incineración no será hoy (domingo), como publicaron algunos medios, y señaló que dicha ceremonia posiblemente se realizará en el panteón Español.

Desde el deceso de Gunther Gerzso, el viernes pasado, han acudido a dar sus condolencias diversos creadores. Leonora Carrington fue una de las primeras al presentarse en el domicilio de la familia, en la calle de Fresno, en San Angel Inn, donde el creador vivía con su esposa Gene.

Según versiones, el pintor Francisco Toledo acudió la noche del sábado, mientras que ayer domingo, en el registro de condolencias se podía observar, entre otros, el nombre de Fernando González Gortázar.

Encantado de haberlo conocido

A las 2 y media de esa tarde dominical, un joven con los ojos enrojecidos habla y habla sobre el pintor, en voz baja, a un adulto. A esa hora, ambos eran los únicos presentes en una de las salas de la agencia funeraria de Félix Cuevas.

"Parece que está dormidito. Se ve muy elegante y la cara se le ve blanca, blanca", comenta, entre muchas otras cosas, el joven al adulto, a quien, ya retirado éste, ubicaría como amigo de Gunther Gerzso, aunque no recordaría su nombre.

"En el trabajo el maestro vestía sencillo, pero se ponía muy elegante cuando asistía a algún evento", agrega. Se trata de Félix Alvarez, ayudante del artista plástico durante su último año y medio de vida, y quien explica en otro momento:

"Yo trabajaba en una librería y de ahí el maestro me invitó a colaborar con él. Iba con él cuatro horas diarias, de lunes a domingo, pero trabajábamos dos o tres horas y el resto del tiempo reíamos y platicábamos. Al maestro le gustaba mucho platicar. Estoy encantado de haber trabajado con él.

"A dos o tres obras suyas hasta les puse el título, porque me preguntaba: ƑQué ves en ellas? Y él anotaba y anotaba y de ahí sacaba el nombre. Yo le limpiaba su estudio y le proporcionaba el material que iba a utilizar para trabajar. Luego me convertí en su bibliotecario, así me lo dijo, porque le ordené sus miles y miles de libros. Para mí el maestro fue muy importante".