La Jornada Semanal, 19 de marzo del 2000


Antesala

¿Maldita primavera? Tanto la canción de Yuri como el díctum de T.S. Eliot, ``abril es el mes más cruel'' han puesto a girar a este antesalista al ver marcado en rojo en el calendario el día 21 de este mes: la entrada oficial de la primavera, que casi nunca coincide con el misterioso calendario que lleva Natura. Hay signos a interpretar, unos buenos, otros terribles. En la ciudad son más difíciles de descifrar: los gatos andan más nerviosos y se erizan fácilmente; los árboles amanecen llenos de trinos de pájaros un día, y al siguiente, puede verse una lluvia de plumíferos muertos; hay personas a las que se les alborota la migraña (como a quien esto escribe) o se sienten de pronto a punto de traspasar el umbral de la depresión. Ahora que si se vive, digamos, más en contacto con la naturaleza, puede uno tropezarse con señas dignas de un programa del Discovery Channel: una vez, este antesalista presenció la marcha espiral y escalofriante (remeber Marabunta) de una mancha formada por millones de hormigas que avanzaban desparramándose sobre una área enorme y devorando a todos los insectos (incluidas las repugnantes cucarachas) que tenían a mal ponerse en su camino circular, silencioso, laberíntico. Qué será será, me pregunto: ¿la hormona que se alborota y se pone a trabajar? ¿Un instinto atávico y salvaje que despierta la sed de vida en los más jóvenes y en los ya maduros nos jala para resucitar los polvos de aquellos lodos? En verdad no lo sé. En el ``mezzo giorno de la mia vitˆ'' como diría Dante, los signos y los llamados me llegan confundidos y en avalancha. Si alguien sabe la clave del asunto, que hable ahora, mande un e-mail o calle para siempre. Ahora que si usted, dichoso(a), anda flotando en el aire o como animal de tiro y carga que rebuzna en primavera, ni nos pele y gócela, porque no habrá muchas oportunidades más. Digo.

La lucha de Demián Flores Cortés. Será por la coincidencia de la entrada de la primavera y el primer apellido del pintor, pero lo que resta de este mes de marzo y todo abril parecen ser el agosto del pintor y grabador juchiteco Demián Flores, y si no, vea usted: tenemos a la vista dos invitaciones, un catálogo y un libro de estampas para niños(as) zapotecas. Por un lado, está usted invitado, lector(a) para quien la única pelea entre la alta cultura y la cultura popular se da por decidirse si irle a los rudos o a los científicos durante una sesión de lucha libre, a la inauguración de la exposición Donde se origina el arte, del ya citado Demián, en El Aire Centro de Arte (nuevo espacio para las artes plásticas que se encuentra en Reforma 17, Tizapán, en la Delegación Alvaro Obregón) el miércoles 22 de marzo a las 19 hrs. ¿Será esta la mejor manera de celebrar la estación del florecimiento y la renovación? ¿Viendo obras cuyo tema obsesivo es la lucha libre y sus sacerdotes? Por ejemplo, este domingo 19 el Museo de la Ciudad de México nos anuncia que los grabados de Demián subirán al ring y después habrá función de lucha libre. En la estelar van Brazo de Plata (antes Porky), Negro Casas y Felino vs Shocker, Scorpio y Bestia Salvaje (antes Arturo Fuerte). El jueves 23 a las 18 hrs., podrá usted asistir a un Cuerpo a cuerpo: ciclo de mesas redondas que se alargará los días 9, 16 y 30 de abril, a las 12 hrs. En fin, que si la ciudad es una selva de asfalto, como reza el lugar común, quizá lo mejor en primavera, cuando se desatan las pasiones y todo el cuerpo anda como buscando pelea, sería bueno ir aprendiendo algunas llaves famosas y ciertas marrullerías que habrá que poner en práctica a la hora de sobrevivir.

Con las seguridades de nuestra más atenta consideración. Con esta fórmula de cortesía que se usa en los escritos de las embajadas, lo invitamos a usted, lector(a) amigo(a) de la poesía en dos idiomas, a que asista a las lecturas de dos poetas que ha organizado la Embajada de Canadá en México. Emile Martel por la hoja de maple y el Embajador en retiro Hugo Gutiérrez Vega por el nopal. La cita es en el Salón Tarkovsky del Centro Cultural Casa Lamm (Alvaro Obregón 99, col. Roma), el miércoles 22 a las 19:30 hrs. Participarán la escritora Mónica Lavín y David Bickford, consejero de Comunicación y Cultura de la Embajada. La estación del Metro Insurgentes está cerca, hay valet parking y dan vino de honor. Además, libará usted antes la copa agridulce de la poesía. ¿Qué más quiere para empezar a celebrar la entrada del Hemiciclio a Juárez, natalicio de la primavera?

``La poesía no es de quien la escribe, es de quien la necesita''. Esta frase, que se dice en la película El cartero de Neruda, es el leitmotiv del proyecto cultural La musa callejera, que el Instituto de Cultura de la Ciudad de México ha puesto en marcha. No se busca nada espectacular: repartir series de postales literarias a dos tintas, conteniendo cada una un poema, ya sea de Carlos Pellicer, Emile Dickinson, Juan Ramón Jiménez o Ringai: ``En las tinieblas de mi pozo helado,/ cuando no lo esperaba, de repente,/ arde la primavera'' (Traducción de José Emilio Pacheco). Como puede verse, esta serie de poemas son a propósito de la primavera y de marzo. Lo único que necesita usted para tener una serie es buena suerte y extender la mano. La repartición de ellas se lleva a cabo en distintas zonas y medios de la urbe laberíntica. Cualquier día de estos le tocará a usted. No dé las gracias porque sale de sus impuestos. Simplemente léalas. Seguro que algún poema lo va a apañar. Déjese ir, no oponga resistencia. Ahí está lo que usted quería decir pero no sabía cómo. Usted mismo(a) se lo ha regalado.

Carlos García-Tort
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Bazar de asombros


ESCRITO CON LAS MEJILLAS ENCENDIDAS DE ARREBOL

Los diputados del Congreso del virtuoso estado de Yucatán, tanto panistas como priístas, siguiendo el ejemplo de dieciséis estados de la Unión Americana, acaban de incluir en el Código Penal el curioso delito de ``sexo oral''. Estas medidas salutíferas han sido tomadas en la tierra de los puritanos del Mayflower gracias a los esfuerzos parlamentarios de algunos primates integristas que, capitaneados por el senador Helms y otros energúmenos, consideran que el cuerpo pierde su honesto nombre desde la coronilla hasta las puntas de los potencialmente pecaminosos dedos de los pies.

La noticia que comento apareció en varios periódicos de la recatada península (el recato se refugia en Yucatán y en los Chenes. Quintana Roo, por obra y gracia de los extranjeros perniciosos que van a vacacionar y a hacer toda clase de porquerías, está muy lejos de la modestia y de las buenas costumbres). Los informadores que, para nuestro infortunio, apenas dan algunos detalles de la notabilísima reunión parlamentaria (privándonos así de un domingo de total regocijo que ni el señor Serrano-Provida hubiera podido obsequiarnos en sus mejores momentos), dan a entender que el delito de sexo oral sólo podrá ser perseguido por querella de la parte agraviada. Este extremo de la ley me hundió en la perplejidad y me produjo una serie de urgentes preguntas: ¿la parte agraviada, es la que da o la que recibe? ¿En que consiste el agravio? ¿Incluyen en el sexo oral al cunnilingus o, como todo lo indica, se refieren nada más a la fellatio? Me inclino a pensar que no consideraron la posibilidad de que se diera el placer femenino, pues, en ese ilustre Congreso local, la palabra clítoris debe usarse poco y no faltaran quienes piensen que es el nombre de una isla griega o de un personaje de tragedia de Eurípides. A este respecto podríamos recomendar que se analizara la posibilidad de instituir la ablación de esa reverberante zona erógena de aliento clásico. Así, el Islam lo sabe, se reduce considerablemente el placer y, por ende, disminuye el prurito concupiscente. Al macho se le podría cortar la puntita de la lengua o algo por el estilo... en fin... hay que pensar en algunas acciones de prevención y de aplacamiento de los ánimos exaltados. Todo esto sería visto con muy buenos ojos por el Vaticano, el Episcopado Nacional, algunas iglesias evangélicas que muestran furores calvinistas, y por las organizaciones que exhiben a los cuatro vientos sus traumas no superados y su talante inquisitorial.

Los padres de la patria yucateca, panistas y priístas unidos, en sus profusas deliberaciones no aclararon algunos aspectos importantes para la tipificación del delito-pecado. Es claro que una fellatio practicada por hembra a varón o por varón a varón (nunca cunnilingus de varón a hembra o de hembra a hembra o de quimera a quimera o de medusa a centaura), en plena Plaza Grande de Mérida, mientras suenan entre los laureles centenarios las dulces voces de la trova: ``flor se llamaba, flor era ella...'' puede ser considerada como una falta a la moral pública, pero el mismo exceso carnal realizado en un hotelito de paso, un hotelón de cadena estrellada o el santo lecho conyugal, tal vez (me atrevo a pensarlo así y las mejillas se me encienden de arrebol ante tamaño mal pensamiento) no sea o no deba ser objeto de la atención de la ley. Además, ¿cómo se van a enterar los órganos jurisdiccionales de que pasan esas cosas? ¿A través de los confesores que informarían de los casos pecaminosos a licenciados como Burgoa y Carrancá para que éstos, a su vez, se querellaran ante la autoridad competente? Es claro que cualquier forma de violencia sexual debe ser reprobada y sujeta al castigo señalado por la ley, pero esa violencia puede ser oral, vaginal, anal, manual, mental... y es lógico que la persona agraviada presente su querella. Pero (y este pero destila lascivia) una placentera sesión de sexo oral entre adultos de todos los sexos, colores y sabores no sólo no hace daño sino que puede resultar, como decían los clásicos, de ``mucho gusto y provecho''. Hablo de adultos en pleno goce de sus facultades mentales. Para ellos no debe ni puede existir ninguna forma de censura. La única limitación es la derivada de los derechosÊde los terceros. Mientras no se le haga daño a nadie, todo puede convertirse en un placer que el creador y la madre naturaleza situaron en los cuerpos y las mentes de las criaturas de todos los grupos zoológicos.

Por otra parte, si los legisladores de nuestro hermoso y amado Yucatán desean implantar un férreo control de las costumbres, deberán buscar mecanismos más eficaces; me refiero a los anhelados por la Santa Inquisición en sus tiempos de gloria, fuego y capirotes. Algunos podrían consistir en la formación de una policía de buenas costumbres (en algunos países islámicos funciona esa aberración) que regule los hábitos sexuales de las parejas casadas por todas las leyes. Podría pensarse que hicieran el amor una vez por semana y bajo la vigilancia del inspector. Se trataría, por supuesto, de una relación decente: nada de desnudeces ni de preámbulos provocadores de una exaltación poco prudente. Posición misionera y un ritmo rapidito para que el señor acabe lo antes posible (se supone que la señora no debe acabar nada. Recordemos a la esposa del Príncipe Salina persignándose antes del exceso carnal). El inspector podría vigilar los ritmos y, ante un sospechoso movimiento placentero de la fémina o una torcida de ojos del varón, sacar el cronómetro y ajustar los tiempos para reducir al máximo los riesgos del placer. Para las parejas demasiado ardientes se recomendarán duchas frías y hielo en los genitales.

``Cosas veredes'', decía el clásico. Lo único que nos tranquiliza es que, así lo informan algunos reporteros, a varios diputados les ganó la risa en el momento de inaugurar este curioso delito. Es de esperarse que, en alguna de sus próximas reuniones, legislen sobre masturbaciones, cachondeos y manitas calientes, y es de esperarse, también, que la risa derrote a las ansias inquisitoriales. Pienso que así sucederá, pues los yucatecos son inteligentes y, por lo mismo, sus actuales parlamentarios tendrían que esforzarse por representarlos fielmente. Me pregunto, conociendo el humor barroco de mis queridos amigos peninsulares, si toda esta faramalla no es más que una nueva y más sofisticada forma del tradicional ``cultivo'' yucateco.

Hugo Gutiérrez Vega
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CONFIGURACIONES

Hugo Hiriart

Temas de narraciones de la
Literatura Universal (III)

LA CORTESANA DESINTERESADA. Aquí tienes a Santa, la novela de Federico Gamboa, que se ha filmado mil veces en México. La prostituta bondadosa y, en este caso, ingenua, y hasta, como su nombre lo indica, Santa. El personaje de la prostituta obsesionó al cine nacional. El tema es muy viejo, se remonta a las hetairas griegas (hetaira quiere decir ``compañera'', y eran algo así como geishas, una forma inferior de prostituta era la ``porne'', vinculada a los burdeles). Hay muchas obras con este tema. Aquí te va un catálogo parcial y disparejo: Manon Lescaut (1731); Fanny Hill (1749); Naná de Zola; La dama de las camelias de Dumas hijo; en cierta medida, Pandora de Wedekind; La mujer de Andros de Wilder; La honesta mujer de Sezuan de Brecht; sin olvidar, claro, a Sonia, la dulce prostituta de Crimen y castigo de Dostoievski.

EL CRIADO SUPERIOR. ¿A quién?, a su señor, se entiende. Sirve para reflexionar sobre la vida social. El más famoso es Fígaro Beaumarchais, divulgado en las óperas de Rossini y Mozart, pero está ya en Aristófanes y Plauto. En la película El sirviente, de Losey (con guión de Pinter), se ve un tratamiento moderno y dramático del tema.

PAUSA Y COMENTARIO. Estoy cometiendo un error, Xime, perdóname, me he ido desviando hacia lo libresco, hacia en qué temas caen obras famosas y creo que esto te interesa menos que el desarrollo y articulación interna de los temas. Tienes razón, esto último tiene más vitalidad y puede ser más útil. En lo sucesivo, corrijo el rumbo: seré más breve e iré más a la lógica del tema o asunto que a los libros famosos.

EL DOBLE. Ya lo vimos al inicio de estas divagaciones.

EL DUELO. Es una variante del tema de la venganza, por lo tanto tiene relación con la justicia (porque el deseo de venganza nace de la percepción de injusticia). El duelo, con su código de honor, sus padrinos, reglas y demás, pretendió ser un medio para eliminar las ofensas: la ofensa manchaba el honor; el duelo, y sólo el duelo, lavaba esa mancha. La literatura de capa y espada está llena de duelos, y también son frecuentes en arte del siglo pasado. El tema tiene, desde luego, su apoteosis en las películas de vaqueros (no hay western sin duelo).

ERMITAÑO. Es el tema del hombre que se aparta del mundo y vive una vida elemental, entregado a la oración (digo hombre, porque no sé de mujeres ermitañas, pero es interesante la variante, ¿no crees?). Ligado al asunto están las tentaciones que acosan al eremita, la más peligrosa es casi siempre una hermosa mujer. Qué buena escena, imagínatela: la muchacha y el viejo barbado frente a frente, una batalla entre el instinto y la castidad. Para hacerlo comedia, basta recordar que en el siglo pasado en las grandes casas de campo de los aristócratas ingleses vivían, a veces, ermitaños, arriba de los árboles, en ocasiones. ``Ermitaños de jardín'', podemos llamarlos.

LA ESPOSA DIFAMADA. En un mundo regido por el honor del macho, toda transgresión sexual de la mujer era salvajemente castigada. Así la mujer estaba muy expuesta a la difamación. La acusación falsa está ligada, a menudo, al motivo del ``juicio de Dios'', por ejemplo, en el Ramayana, la acusada prueba su inocencia saliendo ilesa de una hoguera a la que es arrojada. Menos salvaje es la salvación de Susana, calumniada por dos viejos y defendida por el profeta Daniel (de ahí el famoso tema de cuadros ``Susana y los viejos''). Toda calumnia es dramática. El tema se desarrolla calumniando a la inocente y luego, salvándola en el último momento. El cuento debe acabar con el castigo de los difamadores.

ESTAFADOR. El tema se construye en este caso alrededor de un personaje o tipo, el del simulador (todo estafador simula algo). Por ejemplo, un mendigo que simula ser un príncipe. Este tema alcanza hondura cuando muestra cómo podemos tomar la apariencia por realidad, lo meramente exterior por lo interior. ¿Qué es lo que apreciamos del mundo y la gente? El estafador es como una onda expansiva (una piedra en el agua), porque alrededor de él están los tontos que creen todo lo que él aparenta, inventa y simula.

ESTRAFALARIO. Este tema también se construye alrededor de un tipo, el del hombre o mujer que no se somete a las convenciones sociales y está en disonancia con los usos establecidos. El estrafalario airea el ambiente con sus extravagancias y de rebote nos mueve a percibir y criticar lo usual y consabido. Estrafalario equivale a diferente. Observa que estrafalario es relativo a una época y una sociedad: si alguien usa ahora sombrero es relativamente estrafalario en el vestir, pero una persona sin sombrero hace apenas ochenta años era por completo estrafalaria. Don Quijote es estrafalario.

COMENTARIO. Combina, Xime, el Estafador puede aparecer en el tema de Esposa difamada, el Ermitaño es Estrafalario. Imagínate un duelo de estrafalarios, a paraguazos, por ejemplo. ¿Cómo es el Conflicto entre padre e hijo si el hijo es estrafalario?, ¿puede haber un Cornudo, Estafador?, ¿cómo sería su historia? Prueba a hacer combinaciones y variantes. Los temas son tus cartas de baraja y el juego es tu argumento.

Ejercítate. Continuamos en la próxima carta.