Ojarasca, agosto 1999


La comunidad recobrada

Hermann Bellinghausen, Mazatlán Villa de Flores, Sierra Mazateca, agosto. -Yo no sé si lo manda Labastida o Madrazo, a mí me vale una chingada. Pero si llego al centro, los cabrones perredistas de seguro me lo van a quitar. A mí me vale, pero me pagan por traerles este maíz a los del PRI.

fotos El chofer era de esos hombres echadores, que oyéndolos uno piensa "bueno, éste no le tiene miedo a nada". Para las condiciones del camino, conducía demasiado aprisa el camión rechinante y cargado con cuatro toneladas de maíz cubiertas por una gran lona anaranjada. En cada curva parecía que se iba a salir del camino a la barranca, y en cada pueblo se detenía a tomar una cerveza. Por suerte fueron más las curvas que los pueblos.

-No sé para qué va usted a Mazatlán. Son los peores de toda la Mazateca -y giró su brazo derecho para indicar la abrupta serranía circundante.

-ƑPor qué los peores? ƑPorque no se dejan?

-Porque son revoltosos y cabrones.

Con el mismo desparpajo hablaba de elecciones, de viejas y de indios. Su trabajo consiste en recorrer a diario esos caminos, y dejó claro que preferiría no ir a Mazatlán, pero "donde está la paga..."

Sabía que los priístas lo esperarían a la entrada del pueblo para conducirlo al lugar correcto de descarga. Ya antes les había traído arena y otras cargas, y dice que dará otras vueltas, pues el maíz que le encargaron es mucho más, allá en las bodegas que tiene Diconsa en la ciudad de Teotitlán del Camino. Los "perredistas", quienes en realidad conforman la gobernante Asamblea Comunitaria Mazateca, electa por usos y costumbres, sin adscripción partidaria y amparada en la nueva legislación oaxaqueña, nada sabían del envío priísta de grano gratis a una parte de la comunidad. Lo único que les preocupó fue que se pudiera tratar de maíz transgénico, que todas las instancias, tanto la iglesia (o sea el cura), como el Estado, les buscan imponer, y que es considerado el exterminador seguro de las numerosas variantes locales y tradicionales del grano.

Lo que no dudaron, luego de indagar, fue que el regalo correspondía a la campaña del precandidato Madrazo, pues la orden venía de Oaxaca.

-Si lo manda Murat, es de Madrazo. Si lo mandara Diódoro, sería de Labastida.

Así de simple se ve la jugada desde las montañas de Oaxaca.

Antes de llegar a la cabecera municipal de Mazatlán, desde cuyas afueras treparon a los estribos del camión dos de los dirigentes del grupo paramilitar que ha desestabilizado la zona en los últimos dos años, el chofer pintó el retrato de uno de los dirigentes mayores de la Asamblea.

-Es así de chaparro -e indicó con el dedo menos de medio metro sobre el piso de su camión- y ya está viejo, pero aunque es indio, es astuto el hijo de la chingada.

El "aunque" lo decía todo.

 

* * *

 

Mazatlán Villa de Flores se localiza en un asentamiento ancestral del pueblo mazateco, y es actualmente un municipio autónomo en un extremo de la prodigiosa sierra Mazateca. El censo oficial cuenta en 13 mil los habitantes, pero la Asamblea Comunitaria ha registrado 18 mil.

Conformado por 51 comunidades, 47 votaron a favor de la Asamblea, y sólo 4 por el PRI, que se registró sin membrete partidario en las elecciones de 1998, las primeras en las que no participaron los partidos.

A partir de entonces arreció la presión de los paramilitares armados. El 15 de junio de 1998 ocuparon violentamente el Palacio Municipal y la casa comunitaria de la Asamblea. Después de irse, volvieron a ocupar las instalaciones en agosto, en uno de los peores momentos de confrontación en la historia del municipio. Incluso hubo un muerto.

Todavía gobernaba Oaxaca Diódoro Carrasco, actual secretario de Gobernación, quien por lo visto tiene especial tentación por Mazatlán. Originario del vecino municipio de Cuicatlán, muy bien podría obedecer a un cierto instinto territorial, frecuente en los caciques regionales.

En la solución del conflicto hace un año, tuvo que intervenir el entonces secretario de Gobernación, Francisco Labastida. Desde entonces, la situación parece haber amainado. En la cabecera de Mazatlán, la minoría priísta habita las laderas superiores de la serranía, y se divide a su vez en los "políticos" y los "paramilitares". No cesan los rumores, sobre todo a últimas fechas, de un nuevo "ataque" de los paramilitares, difundido por estos mismos. Pero la falta de consenso de este grupo es evidente en el municipio entero.

Los de la Asamblea reconocen que, para como van las cosas, les fue peor en materia de represión cuando gobernaba Diódoro. José Murat, nuevo mandatario, dijo a los dirigentes de la Asamblea Comunitaria que Mazatlán era un "problema para el Estado", y no sólo para el estado.

 

* * *

 

Los mazatlecos también son rebeldes con el tiempo. Cuando uno desciende al centro de Mazatlán, entre los pasillos uno nunca sabe si de casa o calle, propios de los pueblos más antiguos y vividos, deja atrás la "hora de Zedillo", como le dicen allí todos a la hora que traemos en nuestro reloj. Eso refuerza la sensación de estar llegando a un lugar diferente.

Las comunidades de la Asamblea decidieron no acatar el cambio de horario, por decreto gubernamental, este verano, y dejaron sus relojes y horarios donde estaban.

De muchas maneras, las comunidades se apropian hoy de sus destinos. Y de muchas maneras, intereses del Estado buscan minar y romper la creciente autodeterminación decidida por los pueblos.

Mazatlan villa Muy concurrida estuvo en días pasados la plaza de Mazatlán. Era curioso ver tan llena de gente la planta alta del palacio municipal, sin muros ni muebles, pues está en construcción.

Durante la primera semana de agosto desfilaron centenares de familias campesinas ante los agentes del Progresa, compitiendo como en todo México por convencer a los burócratas de que son más pobres, y más viudas las viudas, con tal de hacerse acreedores a la dádiva gubernamental. En este municipio la oferta se restringió a mil familias, que tuvieron que hacer cola durante dos días con sus noches en el Ayuntamiento sin muros.

Los márgenes de vida aquí son tan estrechos, que cualquier centavo es bueno. A cambio tienen que tolerar a los de Proreja, o sea Progresa, presentes siempre que hay un evento municipal.

 

* * *

 

En la cocina de su casa, una buena construcción en San Pedro de Mazatlán, don Eduardo relata que el 22 de diciembre pasado dos mujeres priístas de Peña Blanca se pelearon por las despensas de Progresa. "Los hermanos y primos de las dos se encabronaron, y tres primos mataron a tres primos de la familia Filio".

Lo primero que intentaron los priístas fue culpar a la Asamblea, pero ésta se les adelantó, y consiguió que el agente del Ministerio Público levantara el acta según la verdad de los hechos.

-Eso lo pudimos hacer porque ya tenemos organización -dice don Eduardo en esa penumbra con mujeres en el fogón preparando tamales y café. El medio centenar de comunidades y ranchos de Mazatlán se encuentran ya intercomunicados por radio.

-El procurador del estado, Jorge Franco Jiménez, tuvo que reconocer que fue un pleito entre priístas. Fueron los primeros muertos políticos en el periodo de Murat -concluye con nitidez don Eduardo.

En este municipio los campesinos también se quieren hacer una preparatoria. "Garantía de que no se secuestre el espacio educativo", dice un representante municipal que acompaña a don Eduardo. Desde que tienen los asuntos en sus propias manos, los mazatlecos traen ganas de hacer muchas cosas. Proyectos productivos, culturales, de la mujer.

 

* * *

 

-Las autoridades que están ahorita son gente como todos nosotros -dice un hombre anciano durante una junta sobre derechos indígenas y humanos en el local social de la Asamblea, conocido como la Casa Azul, a unos metros de la iglesia.

En un rincón, sobre una misma mesa, puede verse la computadora y un bote donde se abren en ramo los bastones de mando y sus banderolas de algodón blanco.

Como el edificio del ayuntamiento está en obra, el abogado del municipio atiende aquí a la gente que acude a efectuar trámites, mientras en la misma sala prosigue la reunión de comisionados de cerca de veinte comunidades, platicando planes de trabajo.

-Necesitamos prepararnos para hacer el futuro -dice otro anciano, y que lo diga un hombre de su edad no deja de ser estimulante.

Teniendo hacia el norte la más conocida localidad de Huautla de Jiménez, Mazatlán no necesita reivindicar la densidad de su pasado. Registrado por los conquistadores españoles en el Códice Mendocino, para los escribanos mexicas Mazatlán era un lugar de venados, aunque en los jeroglíficos de aquel censo, en vez de cuernos al venado le pusieron una penca de piña, otra hija ancestral de estas tierras y montañas de agua. Medio milenio después, sigue siendo casa de venados silvestres, de piñas pequeñas y jugosas, y del muy despierto pueblo mazateco.

Las comunidades del municipio tienen nombres elocuentes: Agua de Cerro, Agua Mosquito, Agua Duende, Aguacatitlán, Relámpago 2, Igualeja y Encinal. Dicen que en algunas partes de la Sierra, los cerros son pura agua a la que le echaron tierra encima. Aunque los terrenos son disparejos -bueno, milpas hay casi verticales en las escarpaciones del espinazo mazateco-, albergan bosques todavía, milpas constantes, cafetales, chilares, frijolares y huertas en ocasiones.

El agua de tesoro vale más que el dinero. Por eso los priístas identificados como paramilitares se disponen a interferir con las obras de suministro de agua que realiza el municipio constitucional. Se teme que por las armas, pues ese es el argumento que tienen.

pagfinal La cascada de Platanillos, alta, abundante y deslumbrante, cae toda despeinada en un lecho de rocas y prosigue las laderas del río, y ahora le abrieron por un costado un angosto surco de concreto para llevar riego a las comunidades de las tierras bajas. Ese es el pretexto de la disputa, la distribución del agua. Con un costo de 1.4 millones de pesos, la obra de distribución llevará agua a 6 mil personas, y quebrantará el negocio del regidor de Aguas, Pedro Moreno, quien vende el agua, cobra multas a los campesinos, y pertenece al grupo armado priísta.

 

* * *

 

Pequeño y patético monumento a la inoperancia de los proyectos "salvadores" del Banco Mundial, los tanques de recolección de agua en Platanillos, en pocos años quedaron convertidos en vestigios arqueológicos.

-Ahora que las vamos a hacer a nuestro modo que tenemos, las obras para riego van a funcionar para lo que la gente necesita -afirma uno de mis guías a la cascada de Platanillos.

Pero no toda arqueología es vergonzosa. Señalando a las laderas de enfrente, donde se inclinan Loma Celosa, Loma Delgada, Cruz de Plata y Capulín Naranjo, mi guía revela:

-Allá enfrente hemos encontrado tumbas y construcciones antiguas, pero sólo nosotros las conocemos.

 

* * *

 

La campana de bronce de la iglesia de Mazatlán (escamoteada a San Cristóbal por la propia jerarquía eclesiástica a favor de la Virgen, para evitar sincretismos paganos de los cuales los mazatecos, de abundante imaginación, se han mostrado capaces siempre), lleva inscrito, por motivo desconocido, el nombre de Teodoro Flores, "de raza indígena pura" según su acta de nacimiento, y padre de los hermanos Flores Magón, el orgullo histórico de los mazatecos. Que el padre de los radicales de la Revolución Mexicana aparezca atrapado en el bronce que suena todos los días en el pueblo desde el siglo xix, es un simple hecho de justicia poética.

Don Teodoro nació en el pequeño poblado de San Simón Coyoltepec, cerca de un recodo del río Grande, en las tierras bajas, y aquí se le recuerda, de modo muy campesino, por el producto de su semilla.

 

* * *

 

-Los pasados hicieron una ley que ya no es -afirma un buen hombre al referirse a su municipio.

Ahora la participación política se rige por los usos y costumbres comunitarios, que pasaron de ser de interés etnográfico a aportación jurídica, a regañadientes y mediatizada, al estilo oaxaqueño de mita-y-mita, y argumento, inevitablemente pobre, para que el gobierno incumpla los Acuerdos de San Andrés, de mayor amplitud y con alcance nacional.

La Asamblea Comunitaria de Mazatlán, cercana desde su primera formulación a los Acuerdos de San Andrés, participó como fundadora del Congreso Nacional Indígena, y representa hoy una de las experiencias particulares más significativas del nuevo movimiento indígena nacional. Al ejercer la autonomía, invocando al municipio libre dentro de los cauces legales, Mazatlán pasó de experimento a precedente.

-Los derechos que tenemos no nos los regaló nadie. Los tuvimos que peliar, y los ganamos -dice el buen hombre.

 

* * *

 

Hasta 1990 en Mazatlán todos eran priístas, porque sí, no había de otra. El descontento con los caciques y el gobierno llevó a la creación del Comité de Defensa del Pueblo. En 1991 el Comité logró sacar a la autoridad establecida sin consenso. En marzo, bajo el régimen de usos y costumbres, las comunidades nombraron nuevas autoridades, y en agosto la Asamblea Comunitaria Mazateca tomó el gobierno municipal, con un Concejo de cinco miembros, dos priístas y tres de la Asamblea.

En 1995, el gobierno oaxaqueño impuso por las armas un proceso electoral que inmediatamente fue impugnado, y condujo a una nueva elección por usos y costumbres. A partir de 1996, al ser electo alcalde Apolonio García Palacios, de la Asamblea, no han vuelto a efectuarse elecciones con partidos.

 

* * *

 

Ya me estaba despidiendo cuando dio inicio una gran reunión de mujeres. Por lo menos un centenar, venidas de todo el municipio, llenaron la Casa Azul, al grado de terminar desplazando de allí a los varones, quienes, un poco sorprendidos, permanecieron en el patio.

Mujeres de todas las edades, y sus vestidos de todos los colores, vibraban, sin acatar el silencio, hablando de los proyectos para sus pueblos, ahora que el gobierno también es de ellas.

Una mujer de edad, dulce y hasta maliciosa de ojos, me alcanzó a decir:

-ƑYa se va? Pobrecito.

-ƑPobrecito por qué?

-Porque se va, y aquí está bien.

Al darme cuenta en ese instante de que ella tenía razón, no pude evitar que me viniera a la mente un aforismo de György Konrad, que bien se merecen los esforzados mazatlecos y las esforzadas mazatlecas: "En los sitios en que los hombres piensan por sí mismos, me siento seguro. Cuanto más libre es la gente, más amable es. Nunca he tenido miedo en compañía de hombres libres".

Regresar a la Portada