La Jornada 18 de abril de 1996

Renunciá Rizzo García en NL

David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL, 17 de abril Ť El gobernador Sócrates Rizzo García, pedirá licencia mañana (hoy jueves) ante el Congreso local. El anuncio fue hecho esta noche por el secretario general de Gobierno, Héctor Maldonado Pérez, en compañía del presidente de la Gran Comisión de la 67 Legislatura, Juan Manuel Parás González. El mandatario notificó vía telefónica su decisión desde el Distrito Federal, después de permanecer varias horas en la Secretaría de Gobernación.

Dirigentes locales de partidos políticos y demás sectores de Nuevo León, consideraron que ``Rizzo fue obligado en la ciudad de México a presentar su renuncia al cargo'', después de enfrentar un acelerado proceso de desgaste por cuestionamientos en todas sus áreas de gobierno y escándalos de corrupción en que incluso estuvo implicada su familia.

Todavía esta madrugada, tanto en las oficinas de Bucareli como en círculos políticos locales, se mencionaban como posibles sustitutos de Rizzo, a la senadora María Elena Chapa o a su compañero de escaño, el priísta Eloy Cantú Segovia; también al ex alcalde de Monterrey, Benjamín Clariond Reyes; al empresario Ricardo Canavati, quien fuera uno de los principales colaboradores de Luis Donaldo Colosio; a la diputada federal Carlota Vargas (quien le puso la banda presidencial a Ernesto Zedillo), y al tesorero estatal, Othón Ruiz Montemayor.

Las encuestas de opinión realizadas las últimas semanas revelan que Clariond Reyes es el priísta ``más popular'', seguido por la senadora Chapa. Pero en los círculos políticos se considera al senador Cantú (del llamado grupo colosista) como el posible sustituto, ``ya que tendría el apoyo de Los Pinos y de la dirigencia nacional del PRI''.

En el estado no se había dado un interinato desde 1971, cuando el presidente Echeverría ordenó la destitución del entonces gobernador Eduardo Elizondo, luego de un conflicto con estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

El mes de marzo de 1995, fue el punto de partida del tobogán en que se convirtió los últimos 12 meses la trayectoria política de Rizzo, y que culmina hoy con su solicitud de licencia.

Cuando Carlos Salinas escogió San Bernabé para realizar su ``ayuno total'', para enfrentar los señalamientos que lo relacionaban con la muerte de Luis Donaldo Colosio, marcó también la suerte de su amigo Rizzo García.

Desde entonces, en círculos políticos de Nuevo León se manejaba la posibilidad de la renuncia. Se decía que en las altas esferas del poder se ubicaba a Rizzo como ``apoyador'' de la logística que sirvió a Salinas en su fugaz incursión en las huelgas de hambre.

Siguieron los escándalos de corrupción. Sus más cercanos colaboradores y amigos fueron formalmente acusados de peculado. Elmo Alanís, ex director de Fidenor, pisó la cárcel; otros como Pedro Noriega y Ramiro Guerra, se salvaron, en un hecho que la opinión pública consideró resultado de la ``protección'' del Ejecutivo estatal.

La debacle para Rizzo inició con el presente año. El 14 de enero en el municipio de Juárez, fue detenido el narcotraficante Juan García Abrego, poniéndose en entredicho a los cuerpos policiacos y cuadros dirigentes del gobierno estatal.

El 17 de enero, frente al entonces director de la Policía Judicial del estado, Fernando Garza Guzmán, fue asesinado el litigante Leopoldo del Real Ibáñez. A raíz de este caso, se detectaron una serie de componendas entre el abogado y el aparato encargado de la administración y procuración de justicia.

El escándalo obligó a Rizzo García a destituir a la mayoría de sus principales colaboradores, entre otros a su ex secretario particular, entonces procurador de Justicia, David Cantú Díaz, a quien se investiga en relación con el crimen de Leopoldo del Real y otros casos de corrupción.

Simultáneamente, Rizzo enfrentó un litigio con Tamaulipas por el agua de la presa El Cuchillo. Pese a que había asegurado que Nuevo León ``no cedería un milímetro'' en ese diferendo, terminó cediendo 200 millones de metros cúbicos, el consumo de casi un año para la zona metropolitana de Monterrey.

La gota que derramó el vaso fue un escándalo de corrupción en que se vio envuelta su hermana Cecilia, quien ante notario público hizo firmar a un agricultor su disposición a cederle la mitad de un terreno de 18.8 hectáreas, una vez que mediante sus influencias lograra ganar el litigio al gobierno estatal en favor del jornalero.

Además, Nuevo León enfrenta una deuda pública superior a los 6 mil millones de pesos, equivalente al presupuesto de dos años del gobierno estatal.

Los partidos PAN, PRD y PT en el estado coincidieron en considerar la dimisión de Rizzo, como ``una imposición del centralismo autoritario, lo cual significa que el sistema no ha cambiado nada, pues en 1973 fue obligado a renunciar Eduardo A. Elizondo, por el entonces presidente Luis Echeverría''.

Raúl Monter Ortega, dirigente estatal del PAN, opinó: ``Es una decisión tomada en la ciudad de México, los neoleoneses no tenemos vela en este entierro. Fue una decisión del centralismo. El se lo tiene muy merecido, su gobierno ha sido muy criticado, amparado bajo la sombra de Carlos Salinas. Lo lamentable es que las leyes no se respetan y tenemos que acatar ese tipo de imposiciones''.

Advirtió que la decisión es ``un atentado a la soberanía y estoy de acuerdo con su renuncia, pero no con la forma''.

Finalmente Maximino Hernández, líder estatal del PRD, señaló que con esto el gobierno central busca que el PRI recupere terreno de cara a los próximos comicios locales.

Rizzo terminaría su gestión en agosto de 1997.

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